Ranjit Singh, el futuro líder del Imperio Sikh, nació en esta majestuosa haveli (mansión) el 13 de noviembre de 1780. Su padre, Mahan Singh (1756-1792) fue el líder de Sukerchakia Misl, uno de los muchos pequeños principados que surgió en el Punjab cuando el gobierno de Mughal flaqueó. Por necesidad, el haveli reflejaba la riqueza y eminencia de la posición de Mahan Singh, y su autoridad para gobernar, aunque el haveli era menos ostentoso que muchos ejemplos posteriores, como el haveli de Omar Hayat Mahal en Chiniot o el haveli de Nau Nihal Singh, construido por uno de los Descendientes de Ranjit Singh.

La mansión tiene la forma de un rectángulo largo, orientado de norte a sur pero inclinado hacia el noreste en la dirección predominante del tejido urbano de Gujranwala. A fines del siglo XVIII, probablemente estaba rodeado de más vegetación y espacios abiertos, pero hoy se encuentra en un entorno extremadamente concurrido rodeado de viviendas improvisadas construidas ilegalmente. El interior es un oasis de calma, mucho más silencioso de lo que hubiera sido en la época de Ranjit Singh, cuando sus patios y pasillos resonaban con el ir y venir de los sirvientes domésticos de Mahan Singh y los muchos miembros de su familia extendida.

Ranjit Singh, the future leader of the Sikh Empire, was born in this stately haveli (mansion) on November 13, 1780. His father, Mahan Singh (1756-1792) was the leader of the Sukerchakia Misl, one of many small principalities that arose in the Punjab as Mughal rule faltered. Of necessity, the haveli reflected the wealth and eminence of Mahan Singh's position, and his authority to rule, though the haveli was less ostentatious than many later examples such as the in Chiniot or the, built by one of Ranjit Singh's descendants. 

The mansion is shaped as a long rectangle, oriented north-south but canted to the northeast in the prevailing direction of Gujranwala's urban fabric. In the late 18th century it was likely surrounded by more greenery and open space, but today it stands in an extremely crowded environment surrounded by illegally built makeshift dwellings. The interior is an oasis of calm, far quieter than it would have been in Ranjit Singh's time when its courtyards and halls rang with the to-and-fro of Mahan Singh's domestic servants and the many members of his extended family.